Cuando me llamo Sandra y me dijo que celebraban su boda en el restaurante Mugaritz, me hizo muchísima ilusión. Me encanta la gastronomía, y poder hacer fotos en uno de los mejores restaurantes del mundo es algo que siempre apetece y motiva.

Su historia comenzó en Australia. Así que desde allí y otros lugares del mundo vinieron amigos y familiares a disfrutar con ellos del día de su boda.

Además fue un día en el que no hubo un minuto sin emoción, buen rollo, risas y alguna lágrima. Querían que su boda fuese una fiesta y superaron cualquier expectativa. Y es que con la actitud que tuvieron no podía ser de otra manera.

Finalmente me fui a casa con una sonrisa en la cara y más de 4000 fotos llenas de emociones. Aquí os dejo un resumen de lo que fue su boda en el restaurante Mugaritz